Otoño imperdonable: Nachtmystium, Darkthrone, Opeth, Ocarina of Time
¿Existen los discos para escuchar en determinadas estaciones? ¿Se aprecian mejor algunos álbumes en verano que en invierno? Para este otoño imperdonable, algunas reflexiones musicales.
El otoño está con nosotros y los cambios climáticos están haciendo estragos. Al menos en Argentina, recién en mayo empezó el frío otoñal y todo parece indicar que por poco tiempo ante la frecuente inestabilidad de humedad y grandes probabilidades de lluvias.
Puedo asegurar que el otoño es una de las estaciones que más disfruto del año. La ropa, los colores, el tiempo de poda de los árboles (con sus hojas secas, caídas y desteñidas), todo en un estado de pre-hibernacion. Y por supuesto, los discos para escuchar en esta época.
Soy un fiel creyente de que hay ciertos álbumes y estilos musicales que se disfrutan mejor en otoño que en otras estaciones. Hay algo particular, algo que hace que resalten y que se aprecien de otra manera. Por eso, para este Otoño imperdonable te cuento sobre algunos discos que volví a escuchar porque, sí, se disfrutan mejor en otoño.
Nachtmystium - The World we Left Behind (2014, Century Media)
El último periodo de la carrera de Nachtmystium se vio opacada por las actividades extra musicales de Scott Judd. A saber: para esta época, el líder de los norteamericanos estaba metido de lleno en la heroína y, por tal adicción, comenzó a estafar a sus propios fanáticos cobrándoles por adelantado merchandising que jamás vio la luz. Todo esto en medio de la composición de lo que terminó siendo el último álbum de estudio de Nachtmystium.
A pesar de ello, la evolución musical de los black metaleros se mantuvo firme y para The World We Left Behind ya no quedaban vestigios del black metal ortodoxo. Más bien, se convirtió en una criatura muy extraña, cuyas referencias musicales (doom, gothic, gaze, noise) dejaban en claro que los norteamericanos (más bien, la mente de Judd) no tenían límites.
Si no escuchaste nada de Nachtmystium, te cuento que este álbum puede ser una buena puerta de entrada (al igual que el imprescindible Assassin: Black Meddle, Pt. 1 de 2007), justamente, por la habilidad musical de Scott de alejarse del estilo que lo vio nacer y nutrir su música de otras melodías ajenas, pero igual de inquietantes. El comienzo con “Intrusion” es una excelente carta de presentación sobre qué va The World We Left Behind, al igual que la canción que da titilo al álbum, el imprescindible “In the Abscense of Existence” y el final “Epithap for a Dying Star” que ya nos anticipaba el final de los estadounidenses.
Una pena que el desenlace de Nachtmystiuum fuera tan caótica y con pocos indicios de que alguna vez fuera a volver. Ojalá, surja lo contrario.
Darkthrone - It Beckons Us All (2024, Peaceville Records)
Afortunadamente, la salida del nuevo disco de Darkthrone coincide con los meses más fríos del año. Cómo no celebrar el lanzamiento del vigésimo primer álbum de estudio de los noruegos. De pie, que estamos ante una leyenda del universo heavy metal y festejemos que aún hay música nueva del dúo black metalero.
Fenriz y Nocturno Culto siguen explotando sus posibilidades musicales y, nuevamente alejados del sonido que les otorgó reconocimiento mundial, en It Beckons Us All el dúo retorna a los pasos de The Underground Resistance (2013) y Eternals Hails….. (2021), dos obras espectaculares que llevaron la música de Darkthrone a nuevas facetas, siempre dentro del universo metalero. Es decir, en todo el disco existe un diálogo entre el heavy metal clásico, el epic Doom y hasta cosas del space rock (porque todo el álbum está atravesado por una nerdeada sci-fi y cosmic horror), cuyos resultados remiten, nuevamente, a viejos pasos que los noruegos ya había realizado. Entonces, ¿Es una repetición? Me animo a decir que no. Más bien es una especie de continuación, un retornar el final de Eternals Hails….. (el increíble “Lost Arcane City of Uppakra”), tomar las influencias más metaleras de The Underground Resistance y desarrollar una narrativa musical que, de alguna manera, siga expandiendo los límites musicales de Darkthrone.
Como de costumbre, la música fue grabada de manera completamente analógica y, está vez, los músicos compartieron instrumentos. Sobre todo para los momentos de guitarras generas (cuyos guiños a la NWOBHM es inevitable, como sucede en “Black Dawn Affiliation”) y la grabación de voces. No sé qué lugar va a ocupar este disco en la carrera de Darkthrone e, incluso, si tendrá alguna trascendencia. Pero lo que sí sé es que It Beckons Us All ya se coronó como uno de mis favoritos del 2024.
Opeth - Blackwater Park (2001, Music For Nations)
Opeth es una de mis bandas de cabecera. Desde hace años que los suecos son una fija en mí reproductor durante el otoño y el invierno, y casi que siempre termino escuchando la discografía completa. Sin embargo, en esta temporada, me encontré escuchando la segunda mitad de Blackwater Park más que de costumbre. En particular, los 12 minutos de la canción que da título al álbum y cuya sonoridad me parece espectacular.
Tal vez no tiene el mismo estatus y nivel de perfección que “Deliverance” (la otra gran obra larga de Opeth), pero desarrolla un poderío sonoro que te deja knock out. Tiene todo lo que una canción que da cierre a un álbum debe tener: distintos pasajes, ritmos y tiempo, secciones eléctricas y acústicas, y un final a todo nivel con un fade out resaltando las mediodías características de toda la canción. En simples palabras, una belleza. Mención aparte merece Mikael Akerfeldt cuya performance vocal es superlativa. El tipo puede ejecutar unos guturales de ultratumba y pasar a la delicadeza de una voz limpia y melódica, llena de emoción y de colores otoñales.
Para muchos este es el álbum definitivo de Opeth (Ghost Reveries también tiene todo para tener ese logro). Puede que estén en lo cierto. Aquí se encuentran todos los condimentos que le dan forma a la banda sueca y, por decirlo de alguna manera, lo que define el sonido Opeth. Sin Blackwater Park, no existiría el grupo tal y como lo conocemos. Si aún no escucharon este disco no esperen más y sumerganse en la música de Opeth. Créanme cuando les digo que vale cada segundo.
Super Guitar Bros. - Ocarina of Time (2018, independiente)
Entre muchas de las bondades surgidas de internet, en términos musicales, una fue la posibilidad de que músicos del mundo presenten sus obras de manera independiente. Desde la creación de música nueva, hasta de la demostración de sus versiones personales de músicas ajenas. En el caso de los Super Guitar Bros., fueron sus versiones en guitarra de música de videojuegos.
Más que “brothers”, los “bros” (algo así como muy buenos amigos), desde 2007 que Steve y Sam vienen mostrando sus habilidades en la guitarra, arreglando y versionando la música de los videojuegos que jugaron en la infancia (bueno, en la vida adulta también). A la fecha ya tienen más cinco lanzamientos oficiales y, el que más disfruto y el que más escucho es el Ocarina of Time. En tan solo 35 minutos, los bros ponen de manifiesto su amor por el Zelda y ejecutan de manera completa y precisa el OST de The Legend of Zelda: Ocarina of Time, para muchos considerado no sólo uno de los mejores videojuegos de Nintendo, sino de la historia.
Los arreglos en este álbum son interesantes porque, por un lado, se trata de música que originalmente fue compuesta para ser ejecutada por una orquesta y que luego fue pasada a midi (para la música de 64bits de la Nintendo 64). Por otro, los bros lograron hallar un arco narrativo propio, desde la música compuesta por Koji Kondo, para con el sonido de las guitarras generar un ambiente chill, lleno de delicadeza y melodías armoniosas.
Si ingresas en el Bandcamp de los Super Guitar Bros. te podes bajar este disco de manera gratuita o, si lo preferís, podes optar por comprarlo por el monto que consideres apropiado. En lo personal, este álbum es un gran acompañamiento durante las mañanas otoñales y los paseos en el parque. ¡Viva Zelda, viva Link, viva la música de videojuegos!
La seguimos.
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